El proceso de dejar de fumar tiene días fáciles y difíciles. No olvides que la nicotina es una droga muy potente que afecta muchas partes de tu cuerpo, especialmente el cerebro. Por eso, dejar de fumar puede causarte incomodidad o hacerte sentir sensaciones desagradables. Esto se conoce como síntomas de abstinencia de la nicotina y se manifiestan de manera diferente en cada fumador.
Pase lo que pase, es importante que mantengas una actitud positiva. Estos síntomas indican que tu cuerpo se está recuperando del daño causado por el tabaco. Y mejor aún, los síntomas y las ansias irán desapareciendo a medida que sigas sin fumar. ¡Así que persevera!
Los siguientes son algunos de los síntomas temporales que podrías experimentar, sus causas y algunos tips para superarlos.
El proceso de dejar de fumar tiene días fáciles y difíciles. No olvides que la nicotina es una droga muy potente que afecta muchas partes de tu cuerpo, especialmente el cerebro. Por eso, dejar de fumar puede causarte incomodidad o hacerte sentir sensaciones desagradables. Esto se conoce como síntomas de abstinencia de la nicotina y se manifiestan de manera diferente en cada fumador.
Pase lo que pase, es importante que mantengas una actitud positiva. Estos síntomas indican que tu cuerpo se está recuperando del daño causado por el tabaco.
Estos síntomas indican que tu cuerpo se está recuperando del daño causado por el tabaco. Y mejor aún, los síntomas y las ansias irán desapareciendo a medida que sigas sin fumar. ¡Así que persevera!
Los siguientes son algunos de los síntomas temporales que podrías experimentar, sus causas y algunos tips para superarlos.
La nicotina suprime el apetito, así que es normal que sientas más hambre al dejar de fumar.
También podrás notar que percibes mejor los olores y los sabores de las comidas. Fumar adormece los receptores en la lengua, y al dejar el hábito, comenzarán a regresar a la normalidad. Además, eso que se parece a los retortijones por hambre podría ser tu estómago ajustándose a la saliva que ya no lleva la dañina nicotina.
Tip: planifica una alimentación saludable y balanceada que te ayude a evitar subir de peso. Ten a mano snacks saludables, bebe agua en abundancia y disfruta tu recuperado sentido del gusto.
La nicotina estimula el metabolismo, la manera en que tu organismo procesa los alimentos que ingieres y los convierte en energía. Después de que dejes de fumar podrías notar que te cuesta más esfuerzo ir al baño. Una gran manera de prevenir esto es beber mucha agua.
Tip: añade a tu dieta alimentos con alto contenido de fibra, como vegetales, frutas y granos enteros.
La transpiración o sudoración es una de las maneras en las que tu organismo elimina las sustancias químicas tóxicas. Si notas que sudas más una vez que hayas dejado de fumar, esto significa que tu organismo está procesando sacar estas sustancias químicas.
Tip: no olvides beber agua en abundancia para reemplazar los fluidos que podrías estar perdiendo.
Fumar interfiere con la circulación sanguínea. Ahora que has dejado de fumar, tu flujo sanguíneo está mejorando, devolviéndole la sensación a tus piernas, brazos y cuero cabelludo.
Tip: hacer ejercicio puede ayudar a que tu organismo restablezca su circulación y promueva un mejor flujo de la sangre.
Después de haber dejado de fumar, podrías experimentar dificultad para quedarte dormido, incluso cuando estés cansado.
Tip: practica ejercicios de respiración profunda y de relajamiento antes de ir a la cama. Los tés de hierbas, un baño tibio o vaso de leche tibia también podrían ayudar. Si el insomnio es serio y persiste, consulta con tu médico. Prueba el ejercicio de respiración 4-7-8:
La nicotina es un estimulante. Dejar el tabaco podría hacer que te sientas más cansado al principio mientras tu organismo se adapta.
Tip: hacer ejercicio regularmente puede ayudarte a mantener un mejor régimen de sueño. Es también buena idea que planifiques dormir más mientras te sigues adaptando.
Después de haber dejado de fumar, puede que te sientas molesto o irritado por cosas triviales. Esto ocurre con frecuencia y debería desaparecer gradualmente mientras te liberas del tabaco. El deseo de fumar también es estresante porque los síntomas de la abstinencia comienzan a manifestarse en tu organismo. es estresante porque los síntomas de la abstinencia comienzan a manifestarse en tu organismo. Las ganas de fumar duran habitualmente entre 5 y 10 minutos. Esto puede ser algo molesto, pero haz un esfuerzo y deja que pase.
Tip: dejar de fumar no es fácil, pero la etapa más difícil son los primeros días o semanas. Al principio, recompénsate a menudo. No tiene que ser una recompensa extravagante ni cara. Puede ser algo tan sencillo como pasar tiempo realizando tu actividad favorita. Esto te ayudará a que la experiencia sea más positiva.
Si los síntomas de abstinencia continúan, habla con tu médico u otro profesional de la salud inmediatamente. La información en esta página no debe considerarse como consejos médicos, diagnósticos ni tratamientos. Siempre debes hablar con tu médico o con otro profesional médico calificado cuando tengas preguntas relacionadas con una condición médica
Determinadas actividades cotidianas (como la taza de café al levantarse) o estados emocionales (como el estrés) suelen causar las ganas de encender un cigarrillo o de usar tabaco. Estos disparadores pueden representar un gran obstáculo cuando estás intentando dejar el tabaco. Identificarlos te ayudará a desarrollar tus propias maneras de lidiar con ellos.
¿Sabías que la ayuda de un profesional de la salud, como un médico, dentista o farmacéutico, puede aumentar mucho las probabilidades de que dejes de fumar para siempre? Programa una visita a tu profesional de la salud y explícale que quieres dejar de fumar y que quisieras su ayuda.